22/12/09

SUBASTA EN APOYO A LA MARCHA MUNDIAL POR LA PAZ y la NO VIOLENCIA

MaximiliaNO GUERRA
dona las botas que utilizó en Hamburgo cuando bailó "Other Dances", la coreografía de Jeromme Robinson.



“Son parte de una historia de acercar culturas a través del arte más pacífico de la Tierra”.






Las mismas se subastan para recaudar fondos para recibir en Buenos Aires al equipo base internacional de la Marcha Mundial por la PAZ y la NO VIOLENCIA.

Se hará entrega de las botas al mejor postor el 29/12 en el acto central de la Marcha en Buenos Aires. Si querés ofertar podés hacerlo escribiendo a subasta@buenosairesmarcha.com.ar

11/12/09

Maximiliano Guerra o una década de excelencia

Nota del diario El Argentino
http://www.elargentino.com/nota-68133-Una-decada-de-excelencia.html

03-12-2009 / El bailarín celebra los 10 años del Ballet del Mercosur, en un espectáculo con invitados muy especiales. "Cuando nos juntamos un músico de Uruguay con un bailarín de Brasil le encontramos a nuestras diversidades un criterio único para llegar a ser un ballet real", dijo sobre el show.

Analía Farjat

El chico fue primera figura del Teatro Colón, Teatro Argentino, Los Ángeles Ballet Company, English National Ballet, Deutsche Oper, Teatro Alla Scala de Milan, Kirov Ballet, Bolshoi de Moscú, el Wielki de Varsovia y el Teatro San Carlo de Nápoles. Sin embargo, tenía una asignatura pendiente: integrar a los artistas de Latinoamérica sin distinción de nacionalidades. “Cuando nos juntamos un músico de Uruguay con un bailarín de Brasil le encontramos a nuestras diversidades un criterio único para llegar a ser un ballet real”, explica Guerra.

–¿ Cuál fue el mayor desafío en estos 10 años? ¿Alguna vez sentiste que te habías equivocado?
–Durante 2003 y 2004 fue difícil, fueron los años más duros para el arte en general en Argentina. Era muy complicado seguir incentivado y además, los viáticos y pasajes para traer coreógrafos extranjeros se hacían cuesta arriba. Pero no, nunca pensé que esto fuera un error. Tuve y tengo un gran convencimiento.

–Una de las metas de la compañía es acercar la danza a la gente. ¿Qué balance hacés de eso?
–Más que satisfactorio. Con las giras que hicimos y hacemos llevamos al baile a todos los rincones de nuestro país, Uruguay, Paraguay o Chile. Lo importante de esto es brindar la posibilidad de ver bailar a alguien que a lo mejor nunca tuvo acceso a un teatro, dar a conocer la danza y hacerla disfrutable. Yo nunca me olvido que en inglés nos dicen entertainers, es decir entretenedores. Un artista es, ante todo, eso.

–¿Te sentís formador de otros bailarines?
–Sí, y también acompañante y colega. En mi rol de formador, trato de que sean dúctiles, que tengan compromiso con el arte.

–¿Qué aciertos y errores de tus maestros rescatás (o no)?
–Los aciertos los llevo grabados en mi cuerpo, son como herencias que hay que respetar. De los errores hay uno principal: cuando yo estudiaba todo era un poco más dictatorial en la manera de llevar un ensayo, una clase, había un estilo despreciativo (“¡eso así no!”, te gritaban). Yo creo que hay que reformular la corrección para convencer a los bailarines de que creo en ellos y que lo que intento es ayudarlos a sacar lo mejor.

–¿Cómo va a ser el espectáculo?
–Va a ser en tres partes y recorre fragmentos de 17 obras que fueron significativas para la identidad del Ballet y para los bailarines que pasaron por él. Como es mucha gente y no pueden estar todos, va a haber proyecciones con flashes. Además, habrá música en vivo con Daniel García y Tangoloco, que son muy amigos del Ballet. Recorremos obras de Oscar Araiz, Sergio Berto, Eduardo Rivero, coreografía de Mora Godoy, tango, contemporáneo, clásico, de todo un poco, para que sea una fiesta.

7/12/09

SPOT Marcha Mundial por la Paz y la No-Violencia



Maximiliano Guerra junto a otros artistas participaron en el SPOT para TV de la Marcha Mundial por la Paz y la No-Violencia.

Pacifista, muy a pesar de su apellido

Ultima página / El sueño de... Maximiliano Guerra
Pacifista, muy a pesar de su apellido
El bailarín habla de Gandhi, la Madre Teresa y una marcha por la paz


Pacifista, muy a pesar de su apellido

* "No reniego de mi apellido, pero soy un pacifista de alma", se ríe Maximiliano Guerra. Recuerda que cuando tenía apenas 16 años formó con un grupo de amigos un movimiento que se llamó Paz, Amor y Felicidad (PAF) y durante dos o tres años, mientras eran habitués de un boliche de Palermo, deliberaban sobre las posibilidades para mejorar el mundo. Hoy, sus inquietudes pacifistas siguen: por estos días es un adherente entusiasta de la Marcha Mundial por la Paz y la No Violencia. "Si bien es una utopía, también es un sueño vivir en un mundo sin violencia", dice sobre la marcha internacional que empezó el 2 de octubre en Nueva Zelanda y terminará en la cordillera de los Andes, en la localidad mendocina de Punta de Vacas, el 2 de enero. La marcha nació gracias a la iniciativa de la organización civil Mundo sin Guerras y sin Violencia, fundada por el filósofo hispano-argentino y humanista Silo, y en 90 días habrá pasado por un centenar de países de todos los continentes.

* Guerra tiene una estrella en el cielo que lleva su nombre. El Premio Constelación se lo dio la NASA como un reconocimiento por su labor por la paz; también por la solidaridad, la ayuda a entidades en favor de los chicos y el medio ambiente, y en contra del hambre y el sida. Además, hace varios años fue declarado Mensajero de la Paz por la Unesco y Embajador de la Paz por la ONU. "No esperaba estos reconocimientos, todo lo que pasó en la vida me fue sorprendiendo, gracias a Dios", añade.

* Una película que lo impresionó fue Los chicos de la guerra (1984), del director Bebe Kamín, con historias paralelas de tres chicos de diferentes sectores sociales que iban a la Guerra de Malvinas. "La película habla de la guerra desde un lugar de miseria ?recuerda?. Había un personaje tétrico que interpretaba Héctor Alterio: un coronel que tenía un hijo y, como tenía poder, no lo dejó ir al Sur. Entonces el joven se suicidó. Hasta el sobreviviente me produjo mucha pena, tenía un vacío tremendo en los ojos, y creo que ese vacío es justamente la secuela de la violencia", expresa.

* "Yo soy un grano de arena en el mundo. Y qué bueno sería que todos pusiéramos ese grano en el mismo lugar, así seríamos una linda playa para pasarlo bien y vivir bien", dice. E inmediatamente cita a la Madre Teresa de Calcuta, que cada vez que le decían que era una buena persona ella respondía que sólo era una gota en el océano, pero que sin esa gota al océano le faltaría algo.

* "Creo que la danza es paz en sí misma. Más allá de la temática que se pueda tratar con el ballet, considero que la danza y el arte en general tienen el poder de pacificar, de acariciar el alma y de llenar el espíritu", explica. Y recuerda cuando bailó el ballet Espartaco, que tiene como protagonista a un guerrero que lucha contra la esclavitud. "El ideal de Espartaco era fantástico, pero estaba mal empleado el método", aunque era común resolver los problemas a través de la fuerza en la época de la antigua Roma.

* "Cuando vi Gandhi, la película de Mahatma Gandhi, me di cuenta de que su forma de hacer las cosas era la indicada para terminar con la opresión", expresa sobre el primer activista de la paz, que nació un 2 de octubre, y por eso ese día se celebra el Día Internacional de la No Violencia, fecha también elegida para comenzar con la marcha mundial.

* "No me falta nada, soy feliz en lo personal y en lo profesional. Mi objetivo es seguir haciendo un mundo mejor para mis hijas y continuar aportando a la danza en el país y en el mundo", se despide el pacífico Guerra.